Al leer estos poemas me queda nítida una imagen, que es la de una luz que se apaga bajo las estrellas. En el aire tierno y en las noches suaves que se reflejan entre sí, Enrique Campos nos muestra la encarnación íntima de una provocadora belleza, construida con los retazos de sus sueños y ambiciones más secretas. Con cierta hostilidad munida de ternura, la voz que reside en estos poemas seduce y actúa en los espacios que permanecen bajo el recuerdo de lo amado, para desembocar entre follajes siempre prohibidos.Si en los arbustos de la memoria se inclinan los paisajes de la fantasía, estos poemas bien lo saben. Porque nos hacen pensar en una jornada bajo el sol, en los recuerdos, en un cantar de huestes, más no juergas, abrigadas en la soledad del alma.En La oscuridad se los permite fulgura un acto de posesión, ese que nos priva del impulso, porque ya estamos arrojados a una forma del espíritu en favor de la calidez. Preguntas frente al espejo, silencios a la sombra del fuego.
 

La Oscuridad Se Los Permite - Campos, Enrique

$19.800
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Al leer estos poemas me queda nítida una imagen, que es la de una luz que se apaga bajo las estrellas. En el aire tierno y en las noches suaves que se reflejan entre sí, Enrique Campos nos muestra la encarnación íntima de una provocadora belleza, construida con los retazos de sus sueños y ambiciones más secretas. Con cierta hostilidad munida de ternura, la voz que reside en estos poemas seduce y actúa en los espacios que permanecen bajo el recuerdo de lo amado, para desembocar entre follajes siempre prohibidos.Si en los arbustos de la memoria se inclinan los paisajes de la fantasía, estos poemas bien lo saben. Porque nos hacen pensar en una jornada bajo el sol, en los recuerdos, en un cantar de huestes, más no juergas, abrigadas en la soledad del alma.En La oscuridad se los permite fulgura un acto de posesión, ese que nos priva del impulso, porque ya estamos arrojados a una forma del espíritu en favor de la calidez. Preguntas frente al espejo, silencios a la sombra del fuego.