Un niño que nació con los labios sellados, a causa de la intervención que le hicieron para que pudiera respirar y hablar, tiene un ligero vello en la boca que le causa hipersensibilidad a cualquier movimiento del aire. Después del fallecimiento de su madre, pasa mucho tiempo en la terraza de unos grandes almacenes, fascinado por la historia de la elefanta Indira. Se dice que ese hermoso animal, mascota de un lanzamiento promocional, un día se hizo demasiado grande para poder abandonar esa terraza.
Una mañana, durante sus paseos solitarios, descubre el cuerpo de un hombre ahogado en una piscina. Mientras trata de averiguar quién era ese desafortunado, el chico conoce a una guardia de fábrica, un hombre obeso que vive en un autobús mágico. Surge entre ellos una relación casi familiar que se transforma en el deseo de un legado: el hombre, un apasionado de ajedrez, va a hacer del chico su heredero, le enseñará la estrategia del juego, un arte en el que el niño añade su peculiaridad: juega como si fuera ciego, sin ver a su oponente, sin ver las piezas...